ISSTH. Capítulo 151: Lo Haré Yo Misma.

Las vides, de color rojo oscuro, parecían haber sido infectadas por la furia de Meng Hao. Se retorcían salvajemente, creando un zumbido. El polvo se alzó desde el suelo como si fuera una niebla, oscureciendo la figura de Meng Hao.

Este escolar en túnica negra parecía haberse desvanecido un poco. El pelo largo se retorcía a su alrededor mientras una intención asesina alimentada por su intensa ira se alzaba hacia los cielos. Esta aura de muerte era totalmente opuesta al temperamento normal de Meng Hao.

Sus ojos estaban llenos de venas rojas. Vio a Xu Qing inmovilizada, amargada, con su bella palidez y en ese momento apareció esa simple sonrisa en su rostro. Esa sonrisa se volvió lo único existente para Meng Hao.

Meng Hao la amaba. Era el amor joven que aparece al ver a una chica guapa. Un amor simple. Después de la disolución de la Secta Confianza, habían estado separados por todo un mundo. Ahora que podían verse de nuevo, los años que habían pasado sin verse quedaron atrás, como si hubieran sido un sueño.

Hace siete u ocho años, eras una joven fría que se encontraba bajo la luna y aceptaba la Píldora de Cultivo Cosmética. Ahora, siete u ocho años después, aquí estas, tu rostro pálido pero sonriente.

Hace siete u ocho años yo era un estudiante plantado en el Monte Daqing que lanzaba una botella de calabaza por la montaña. Nunca conocerás la promesa que guardé en esa botella de calabaza.

Siete u ocho años después, aquí estoy, con mi intención asesina inflándose hacia los Cielos. El camino detrás de mí no se extiende muy lejos, pero está lleno con los huesos de los Cultivadores.

Siete u ocho años….

Para los mortales, muchas cosas pueden cambiar en siete u ocho años. Para los Cultivadores, siete u ocho años no es mucho tiempo; pero aun así, los Cultivadores empiezan a vivir siendo mortales. Meng Hao no era ya más el estudiante que había sido hacía siete u ocho años, pero las memorias de aquel entonces todavía permanecían. Nunca olvidaría estos años.

Observó a Xu Qing y sonrió. Su sonrisa contenía calidez y la felicidad de ver a alguien de nuevo por primera vez después de una larga temporada. Permaneció así hasta que miró hacia el hombre que temblaba, apellidado Zhao, que estaba allí plantado con la cara pálida, su túnica colgaba suelta en su cuerpo.

Zhao Shanhe sintió como si los ojos de Meng Hao fueran dos espadas afiladas clavándose en sus propios ojos. La mirada entró en su cabeza, causando que su mente temblara. Atravesó su sangre y su carne, atravesando sus huesos y clavándose en sus pasajes Qi. Perforó todo el camino hasta llegar a su Pilar Dao.

Su Pilar Dao estaba lleno con grietas, era, evidentemente, una Fundación Fracturada. El Pilar Dao tembló violentamente, como si la mirada de Meng Hao fuera a hacer que se desmoronara en pedazos. Zhao Shanhe estaba totalmente asustado.

“Compañero…. Compañero Daoísta, senior, soy Zhao Shanhe, un discípulo del Cónclave de la Secta Tamiz Negro. Compañero Daoísta…” Su lengua temblaba mientras hablaba. Podía ser un chico rico, pero no era estúpido. El escudo rosa que había usado era un tesoro que sólo podría ser destruido por alguien en la etapa final de la Fundación Establecida. Y aun así, Meng Hao, que parecía estar en la etapa inicial de la Fundación Establecida, lo había destrozado.

También vio el aura asesina de Meng Hao. Era intensa y poderosa, algo que él no había visto antes en toda su vida.

“Te apellidas Zhao?” Meng Hao dijo serenamente, empezando a dar un paso hacia delante. “Justo acabo de matar a otro chico apellidado Zhao. Su nombre era Zhao Binwu.” Meng Hao había conseguido el nombre de Zhao Binwu del medallón de identificación en su bolsa privada.

Mientras daba su primer paso, Zhao Shanhe sintió como si Meng Hao estuviera pisando directamente sobre su corazón. Su corazón batió fuerte, lleno con un dolor difícil de describir, muy profundo, dentro de él.

Fue entonces cuando las palabras que acababa de decir ahora Meng Hao llegaron a la mente de Zhao Shanhe. Un atronador rugido le llenó por dentro, mientras su cuerpo temblaba. Inconscientemente dio un paso hacia atrás. La mirada de Meng Hao le recorrió, lleno de una increíble presión. La mente de Zhao Shanhe se tambaleó de nuevo, mientras su cuerpo tembloroso perdía la habilidad de moverse. Al enfrentarse a Meng Hao, su base de cultivo pareció completamente incapaz de producir la más mínima cantidad de poder.

Esta era una presión aplastante!

Meng Hao desató el poder completo de su Pilar Dao Perfecto, creando una presión que podía aplastar cualquier Pilar Dao de la Fundación Establecida!

Esta era una habilidad innata de una Fundación Perfecta. Debido a que la Fundación Perfecta luchaba contra los cielos por la energía espiritual, tenía la habilidad de emitir una presión aplastante sobre todas las demás bases de Cultivo de la Fundación Establecida!

En medio de su temblequeo, la expresión de Zhao Shanhe cambió. Meng Hao dio otro paso, y mientras el pie descendía, el rostro de Zhao Shanhe se puso mortalmente pálido. La sangre salía desde su boca y una amenaza intensa crepitaba dentro de sus ojos.

“Compañero Daoísta…. Si… si quieres hablar…” Todo su cuerpo se sacudía, pero incluso mientras intentaba hablar, Meng Hao daba un tercer paso. Golpeó hacia abajo; el espíritu de Zhao Shanhe se sacudió mientras tosía una bocanada de sangre. El Pilar Dao dentro de él era incapaz de aguantar la presión emitida por Meng Hao. Una larga fisura fue partiéndolo!

Más fisuras fueron apareciendo, hasta llenar todo el Pilar Dao. Su rostro quedó completamente sin sangre, mientras sus ojos estaban llenos de angustia. Temblando, justo iba a tratar de usar todo el poder que pudiera reunir para contraatacar, cuando Meng Hao, con el rostro fijo, dio un cuarto paso, el cual estaba lleno de una poderosa intención asesina.

En el instante en el que el cuarto paso se completó, el rugido de dentro de Zhao Shanhe se alzó hacia los Cielos. Su corazón paró de latir repentinamente por un momento. Todos sus órganos parecieron ralentizarse mientras las grietas se extendían por todo su Pilar Dao hasta que repentinamente…. Se desintegró!!

El Pilar Dao se desintegró!

Cuando esto ocurrió, Zhao Shanhe dejó salir un grito escalofriante que no era nada parecido a algo que hubiera emergido desde su boca anteriormente. Tosió siete u ocho bocanadas de sangre, y después empezó a marchitarse y a encogerse. Apareció sudor frío en él, su rostro estaba cenizo. Su cuerpo podía moverse de nuevo repentinamente, pero todo lo que era capaz de hacer era retirarse hacia atrás.

Antes de que pudiera alejarse hacia atrás, Meng Hao dio un quinto paso, ahora estaba plantado en frente de Zhao Shanhe. Su rodilla se alzó, no hacia el cuello de Zhao Shanhe, sino directamente entre sus piernas!

Pop pop!

El intenso dolor hizo que Zhao Shanhe se doblara, gritando. Mientras que gritaba, la mano derecha de Meng Hao salió disparada y se estampó en su cuello. El grito existía ahora únicamente dentro de la garganta de Zhao Shanhe, sin manera de emerger hacia fuera.

Solo podía suspirar mientras su rostro empezaba a volverse de color púrpura oscuro. Incapaz de hablar, incapaz de gritar, el dolor parecía ir haciéndose diez veces peor.

Sus ojos sobresalían, llenos de locura, mientras su cuerpo se retorcía. Repentinamente quería contraatacar.

Pero… no podía resistirse. No tenía poder ni para luchar, incapaz de emitir ninguna amenaza. Su cuerpo se sacudió lleno de dolor. Era como un mortal, su Pilar Dao destruido, su base de Cultivo en ruinas.

“Para!” gimió una voz temblorosa. Era Xue Yuncui, quien estaba todavía cerca de Xu Qing. Su cuerpo se sacudía y su rostro estaba pálido. Pero aun así, todavía mantenía la espada en el cuello de Xu Qing, pareciendo estar preparada para clavarla en cualquier momento.

Para ella, Meng Hao parecía ser algún tipo de demonio maligno, cruel y rudo. Esto hizo que la sangre fuera drenada de su rostro, ni si quiera se atrevía a mirarle a los ojos. El remordimiento llenaba su corazón, pero era demasiado tarde. Únicamente podía rogar que le dejara marchar.

“Eres Meng Hao, verdad? Escuché a Xu Qing hablar sobre ti y la Secta Confianza… Esto es todo únicamente un malentendido. Yo solo quiero irme…” Su voz temblaba mientras miraba hacia Meng Hao. Aun a pesar de que sujetaba una espada, ella era realmente la asustada.

“Yo solía ser un estudiante,” dijo serenamente. Seguidamente elevó a Zhao Shahe agarrándole por el cuello, pero se giró para mirar a Xue Yuncui. Su voz era suave mientras continuaba hablando. “Una vez leí en un texto antiguo que se decía que  pertenecía al Gran Tang, en las Tierras del Este. Describía miles de extraños métodos de ejecución. Había uno que, después de leer sobre él, me hizo tener pesadillas por días.” Sus ojos se llenaron de aversión, levantó su mano izquierda y cogió uno de los dedos de Zhao Shanhe. Uno tras otro, rompió los huesos de los dedos de las dos manos. Después los de sus brazos, después los de sus hombros. Después los del resto del cuerpo.

Zhao Shanhe quería morirse debido al intenso dolor, pero no podía, no con Meng Hao allí. Pasó el tiempo necesario para que se quemara una barrita de incienso. Finalmente, Meng Hao retorció su mano derecha. Un sonido de un crujido se escuchó mientras el cuello de Zhao Shanhe se rompía.

Todo este tiempo, fue incapaz de soltar un solo gemido. Tener esa muerte…

Meng Hao soltó el cuerpo de Zhao Shanhe y después miró hacia Xue Yuncui. “Cómo quieres morir? Te dejaré decidir.”

Su rostro estaba completamente pálido, como un cadáver. Su cuerpo temblaba, así como la espada que sujetaba en su mano. Ella miró hacia Meng Hao, mientras el temor la llenaba. Esta era como la peor pesadilla que nunca hubiera experimentado.

“Tú… No me obligues!!” gritó. Mientras las palabras salían de su boca, el suelo bajo sus pies explotó. Una vid de color rojo oscuro apareció, enroscándose por todo su cuerpo y enviando la espada rotando por el aire. Meng Hao movió su manga para lanzarla a unos veinticinco metros de distancia más o menos. Las vides circulaban por el cuerpo de Xue Yuncui, sus bocas eran anchas y parecían estar goteando saliva, únicamente esperando a la orden de Meng Hao, después de la cual podrían consumirla.

“No la mates…” dijo Xu Qing tranquilamente, luchando por ponerse en pie. Miró hacia Meng Hao. “Quiero hacerlo yo misma. He estado esperando para cortar su lengua por años.” Apretando sus dientes, recuperó la espada de Xue Yuncui. Las vides bajaron a Xue Yuncui hacia ella.

“Hermana Junior Xu… Yo…” Estaba de cara a Xu Qing, temblando, con una expresión de súplica en su rostro.

Xu Qing, con su rostro frío, levantó la espada y la clavó lentamente en la boca de Xue Yuncui. Se escucharon sus gritos.

Xu Qing se inclinó hacia delante y susurró en su oído: “No puedes contraatacar, simplemente cierra tus ojos y disfrútalo. Siempre he querido decirte que tú… tú eres la zorra!” Retorció la espada en su mano. Después del espacio de unas diez respiraciones, Xue Yuncui paró de resistirse. Xu Qing clavó la espada aún más profundamente.

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14 respuestas a ISSTH. Capítulo 151: Lo Haré Yo Misma.

  1. lukaxa dijo:

    Wow, no se si elogiarlos o asustarme por la forma en la que los han asesinado…

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  2. yashino dijo:

    que forma mas hermosa de morir!!!!!!!!!
    espero el siguiente 😀

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  3. hernan fontela dijo:

    😮 Gracias

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  4. lanree dijo:

    Gracias!
    Que horrible muerte tuvo el tal Zhao jajajajaja

    El pelo largo se retorcía a su alrededor y, una intención asesina alimentada por su intensa ira, se alzaba hacia los cielos. (a su alrededor, y una intención asesina, alimentada por su intensa ira, se alzaba hacia los cielos.)

    Su cuerpo temblaba, así como la espada que sujetaba en su mando. (en su mano)

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  5. Gracias, qué buen capítulo 🙂
    Viva la Hermana Xu que no se asusta y toma la venganza con sus propias manos 😀

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  6. nicobaez16 dijo:

    No es por ser sadico ni nada de eso pero enserio que muerte mas genial y dolorosa que iso y se los merecia total mente XD

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  7. Valvrave dijo:

    -Xu Qing se inclinó hacia delante y susurró en su oído: “No puedes contraatacar, simplemente cierra tus ojos y disfrútalo…- OMG!! Ya sé que es un poco sádico, pero me salió una carcajada al leer esa frase. Un aplauso señores. Eso es devolverla con estilo xDDDD

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  8. Jairo Franco dijo:

    Quienes son estos? Bonnie y Clyde? :v

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